Negro sobre blanco, Personas (y animales) sorprendentes, Un libro al mes

Enero y tres cuartos

El pasado: La méchanique du coeur

Por fin terminé de leer el libro de enero. Ha sido una pena, porque lo he dilatado demasiado en el tiempo, y al final no he sido capaz de disfrutarlo como se hubiera merecido.

La historia de amor no es nada nuevo, pero la ambientación es maravillosa, irreal, como un sueño, con personajes que parecen salidos de La melancólica muerte de Chico Ostra.

Del libro sobre todo me quedo con una metáfora «C’est n’est plus une sauce piquante notre histoire, mais une soupe aux hérissons» (nuestra historia ya no es una salsa picante, sino una sopa de erizos), y lo recomiendo, porque es el amor adolescente, irracional y soñado el que se cuenta en esta historia, y nunca está de más recuperarlo.

El presente: fotografías

Llevo días diciendo que cuando cojo un vicio me olvido de todo lo demás, y así ha sido en los último meses, primero con las pequeñas manualidades, luego vino la confección de bolsos, seguida de los peluches, y finalmente el punto… Habrá quien diga que son manualidades al fin y al cabo, pero no tienen nada que ver, ni el resultado, ni el estado de ánimo, ni la concentración, ni nada.

Pues bien, ahora le ha tocado el turno a la fotografía. El viernes pasado comencé un taller fotográfico (l’Atelier, de Jackie Rueda), en el que estoy aprendiendo a mirar bien, a hacer fotos, y a apreciar imágenes. Es cierto que llevo poco tiempo, pero me doy cuenta de que me voy fijando más en las cosas, se me ocurren ideas para fotografías nuevas, y estoy aprendiendo incluso los detalles técnicos (hasta me he leído parte del manual de la cámara!).

También me he unido a un grupo en flickr, La vuelta al mundo, y ya he mandado un par de fotos con el tema de febrero: rojo.

La verdad es que es bastante adictivo, sobre todo l’atelier, porque, como somos muchos participantes, no dejan de aparecer fotografías nuevas que comentar y comentarios nuevos que responder.

El futuro: más

He dejado de definirme como una viciosa, para pasar a hacerlo como una persona entusiasta con un problema de diversificación y un poco cansada de aficiones de usar y tirar.

6 comentarios en “Enero y tres cuartos”

  1. He mirado su blog y me gustó lo que vi.
    Yo soy tu compañera en L’Atelier. Estoy de acuerdo contigo, es muy adicitvo!
    Yo sufro el mismo problema … el entusiasmo y la diversificación! Me gusta hacer casi todo … 🙂

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  2. Qué casualidad, yo también estoy en L’Atelier, y me he metido en el blog de las dos. De Carla (pero no entiendo demasiado, y mira que me encanta el portugués!!) y en el tuyo. Además del taller tenemos cosas en común, los libros, la cocina, las manualidades …. Y encima vives en Sevilla, que es una de mis ciudades preferidas!!! Me verás por aquí!

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  3. ¡Gracias por pasar, chicas! La verdad es que es increíble lo del atelier… espero que no sea por la emoción del momento y luego se me pase, pero la verdad es que de momento me voy fijando en todo… ¡hasta en como la luz de la caja registradora refleja en los ojos del cajero del supermercado, en todo!

    Carla, también pasé por tu blog y aunque no sé portugués, lo deduzco un poco (aunque supongo que seguramente mal) y las imágenes me gustan!

    Elena, la verdad es que Sevilla es una ciudad estupenda para vivir, como todas las ciudades con mucha historia, está llena de detalles y rincones que disfrutar 🙂

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  4. Hola, tambien vengo de l´atelier!
    Tengo algo más en común aparte de la fotografía contigo y Elena, me gustan las manualidades (ahora mismo tejo tejo y no dejo de tejer!!) y leer =)

    Lindo blog!

    Saludos desde Málaga

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  5. Gracias por pasar, Claudia!
    He echado un ojo a tu blog y me parece muy dulce… va, junto con el de Carla, derechito a mi reader!
    Lo del atelier… uf, menos mal que me ha pillado en un momento en que tengo mucho tiempo, si no, me daría algo!!

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