Cámara en mano, El síndrome de las manos inquietas, Personal

Al principio

Al principio era sencillo esto de tejer, sencillo y divertido: encontrar un patrón, escoger la lana y simplemente tejer.

La lógica me dice que debería seguir siendo divertido y todavía más sencillo, pero no. Me compliqué innecesariamente el proceso de tejer: compré más lana de la que necesitaba, me apunté a más proyectos comunes de los que podía abarcar… y entonces tejer pasó de ser una actividad relajada, a ser a ratos fuente de estrés, a tener prisa por acabar una cosa para empezar la siguiente, tejer más y más para no perder comba primero y para rebajar stash más adelante…

Hasta que llegó el día en que no me apetecía levantar las agujas. Sé que es normal no tener ganas de tejer 24/7, pero era algo más, era más bien como la sensación de no querer quedarse trabajando más horas de la cuenta, de no querer pasar el domingo limpiando cuando hace un día fantástico… la sensación, en resumen, de no querer obligaciones en el tiempo libre.

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Cuando me di cuenta de que me estaba tomando mis aficiones como una obligación me dio bastante pena, la verdad. Pero después de meditar y de echar un par de tardes zanganeando por casa he llegado a la conclusión de que lo que tengo que hacer es, sencillamente, volver al principio.

¡Y en esas estoy! En volver a divertirme tejiendo, en olvidar la cantidad, en no dejarme agobiar por la caja llena de lana que tengo en el armario…

En la foto, mi proyecto actual, un patrón de Emilia Menéndez para Devanalana, tejido con un hilo «veterano» de mi stash. Es un patrón muy sencillo de seguir y el resultado es una preciosidad, aunque el mío tiene un fallo garrafal que acabo de detectar al ver la fotografía 😦

11 comentarios en “Al principio”

  1. Ay, me ha encantado esta entrada y tu actitud. Creo que tienes toda la razón: lo que hacemos por placer lo tenemos que hacer por eso, por placer. A veces se nos pueden ir los hobbies de la mano y convertirse en obligación. Entonces es bueno parar y recordar qué era lo que nos gustaba y volver a eso. Muy inspirador. 🙂

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  2. Jajaj esto yo ya lo he vivido… yo he decidido hacer lo que me plazca y acabar algún ufo de vez en cuando. Ahhh y no comprar lana aunque si me gusta alguna para la saca que va aunque sin ansiedades .

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    1. Parece una fase bastante normal en el proceso tejeril, y a mí me ha pillado en plena crisis estos días 🙂 Tu decisión en fantástica, yo espero ser capaz de hacer lo mismo 😀

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  3. A mí también me pasa eso de acumular lana y proyectos. Al final, siempre tengo un par en danza, calcetines para tejer en el tren de camino al trabajo y un chal/jersey/proyecto grande que avanza a velocidad de caracol cojo. Me hice el propósito de no comprar lana este año, y más o menos lo cumplo (he hecho alguna excepción con lana de calcetines y algo de algodón, bambú y lino, que, como no es lana, no cuenta 😝). Y bueno, normalmente acabo los KALs/CALs con varios meses de retraso, pero he decidido no agobiarme. Me anoto los que me parecen interesantes y seguro que en algún momento encontraré tiempo para acabarlos.

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    1. A mí me encantaría, de verdad de la buena, ser así. Apuntarme a cosas y hacerlas a mi bola, llevar un par de proyectos en paralelo… pero no sirvo para eso, me agobia no ir al ritmo del grupo y me cuesta esfuerzo alternar entre proyectos… 🙂

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