Y no hablo de bestsellers, sino de dilemas morales.
Por un lado un angelito me instaba a ser buena, a cumplir con mis obligaciones, diligentemente detalladas en mi zarrapastroso sueco el lunes y condenadas al ostracismo por una especie de gripe/catarro exprés que por suerte ya empieza a remitir. La lista incluye joyas de la diversión como fregar los platos y aspirar el piso, estudiar y leer sueco…
Y por el otro un pequeño demonio rojo me pone delante una tentación tras otra, con la excusa de que con esta nevada lo que pega es un chocolate caliente y hacer algo bonito que me haga aún más feliz de lo que me hace fregar los platos (que es mucho, dicho sin naaaaada de ironía ni retintín).
Es difícil competir con el éxtasis de limpiar el colacao reseco del vaso que ayer no metí en agua, pero hace un rato revisando el reader he topado con este tutorial de Roville para unas estrellas 3d y me he acordado de que ya sabía hacer esas estrellas, me enseñó un mago que conocí hace tiempo…
Hay como unos 40 cm de nieve en la calle, así que salir a comprar materiales como que no entra en mis planes del día, así que apañándome con lo que tenía por casa ha salido esto (por supuesto después de haber fregado los platos, porque mi vida es como una película de las malas y si no ganan los buenos no me quedo contenta):
Mucha chispa no es que tengan y, como no es cosa de dejar las velas encendidas todo el tiempo, hubieran quedado más presentables con alguna lucecita navideña, pero para una tarde tonta de alerta de clase 2 (sea lo que sea eso*) y catarro que estaba en remisión pero que ha aunado fuerzas para dar un último embate, no está tan mal, ¿no?
* Parece ser que una alerta de clase dos es aquella en que las condiciones atmosféricas pueden causar daños personales, daños materiales de importancia e interrupciones de los servicios públicos, con lo que se recomienda a la gente que esté pendiente de las noticias.
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