Un gorro para babeeear

Lo de este gorro ha sido un visto y no visto. Fue el viernes cuando decidí sucumbir a la tentación de tejer el gorro de la ovejas, justo cuando vi el de Mis perendengues. En cuestión de minutos había organizado un minikal con mj y en unas horas tenía las lanas necesarias en mi poder.

Resistí la urgencia de empezarlo hasta el domingo por la tarde, aunque en aquel momento no avancé mucho… La tarde del lunes conseguí tejer el gorro hasta llegar a las disminuciones de la coronilla, y la mañana del martes conseguí terminarlo antes  de ir al trabajo, aprovechando una alarma mal configurada que me sacó de la cama una hora y cuarto antes de la cuenta.

Para el martes por la tarde quedó el pompón, del cual estoy absurdamente orgullosa. Después de las fotos explico cómo lo he hecho, por si alguien quiere hacer uno del estilo 🙂

Las fotos, por cierto, iban a ser de cuarto de baño, porque estos días es de noche al entrar al trabajo y de noche al salir, pero hoy hacía buen día, frío pero soleado, y he salido con dos compañeras a buscar el rayito de sol un rato, aprovechando entonces para pedirles que me hicieran un par de fotos 🙂

Por curiosidad, fijaos en las larguísimas sombras.. ¡a las 10 y cuarto de la mañana! Estos días no es sólo que el sol esté fuera pocas horas, es que el rato que está, va bajísimo.

Antes de seguir, os invito a mirar el de mj… ¡¡sus ovejas están en un paisaje nocturno!!

El pompón, como decía, me gusta especialmente:

Tenía claro que quería que el blanco quedase precisamente así, a puntitos como en el cielo del gorro. No es muy difícil, es cosa de alternar una vuelta tupida sólo con hilo azul, y una vuelta con el azul y el blanco juntos, pero muchísimo menos tupida, así

Y como es jueves y ninguna cabeza que no se la mía se va a poner este gorro, vamos a RUMS 😉