¡Abajo la ociosidad!, Cámara en mano, Construyendo la pirámide, La gran aventura sueca, Personal

Operación bikini

Este año he comenzado la operación bikini con bastante fuerza, y lo primero que he hecho ha sido buscar en la caja de las telas y sacar la máquina de coser.

¿Y por qué? porque me he dado cuenta de que el momento en que empecé a subir (sin prisa pero sin pausa, snif) fue precisamente el momento en que empecé a trabajar en el colegio… La cosa es que allí como bastante temprano y no siempre me gusta lo que hay y aveces simplemente no me apetece (sinceramente, ¿quién quiere comer pollo con curry a las 11 de la mañana?), así que como poco o mal y cuando llego a casa, cansada y hambrienta, me comería cualquier cosa… y lo peor es que lo hago (bueno, lo hacía).

Así que me he hecho una bolsita para llevar la fiambrera al trabajo y poderme llevar comida que me gusta cuando no me guste lo que haya o comida más ligera cuando haya algo demasiado graso… No sé cómo acabará esto, si le ganaré la batalla a todos los kilos que he cogido, pero de momento va la cosa viento en popa 🙂

La el exterior de la bolsita es de la misma tela de echino que me traje de Japón… ¡lo que me está dando de sí el medio metro! El interior de la bolsa es de una preciosa tela de algodón que recibí en un intercambio (¡gracias, mayu!).DSCF2054

DSCF2055

 

Es mona, ¿verdad? Tiene el tamaño adecuado para mi almuerzo de cada día:

DSCF2057

¡Es broma! Aunque cabe una lata grande de cerveza, en realidad la idea es que quepa una fiambrera valira de las grandes, o una de las pequeñas y algo de fruta.

Y alguna fotito más de los detalles, antes de hacerme un café e irme a pasear por Rums.

Cámara en mano, Personal, Personas (y animales) sorprendentes

A vueltas con Sevilla (1)

¡Por fin han llegado las tan deseadas vacaciones de otoño! El año pasado tuve un planazo para esas vacaciones: me las pasé zanganeando en casa, tejiendo horas y horas, y leyendo un libro tras otro de Harry Potter. Fueron unas vacaciones fantásticas pero no demasiado fáciles de repetir, así que para este año tocaba hacer algo distinto y, teniendo una semana entera de vacaciones, lo mejor era montarme en un avión y quitarme de en medio.

Así que me he venido a Córdoba.

Y de Córdoba he ido a Sevilla, a pasear, comer delicioso, beber Cruzcampo (daño colateral), ver amigas y pasar por mi muy añorada quedada de punto.

DSCF1522

DSCF1562

Comimos en un sitio más que recomendable, Plato Plató. La comida es magnífica, los camareros muy simpáticos y la cerveza… bueno, es Cruzcampo, no se puede tener todo. En los postres (deliciosos postres) estábamos cuando apareció un señor tocando la guitarra y posando como un profesional para las fotos 🙂

Ha sido un día redondo: por la mañana he estado sola paseando, revisitando mi antiguo barrio, turisteando un poco, dándome algún caprichito para calmar el calor, y viendo cosas que es bastante probable que sólo se puedan ver en Sevilla, como una bailaora de flamenco en plena calle, y un hombre-estatua vestido de Jesucristo con cruz y todo…

Y cosas bonitas, y cielos impresionantes (si hay algo que me fascina cuando vengo a Andalucía son los cielos, no hay duda).

El día no quedó ahí, hubo más, entre otras cosas fotitos de mi último vestido, pero eso… en otra entrada luego un poquito más tarde.