Esta mañana me levanté y mientras me tomaba el café de la mañana decidí que hoy iba a ser el día ¡en que iba a organizar mi stash!
He sacado todas mis ovillos, madeja, restos, y proyectos a medias de los distintos armarios, cajas y cestos…
Ha sido una mañana intensa de clasificar, pesar y fotografiar, aunque gracias a la hoja de cálculo de mi stash que me he descargado de Ravelry he conseguido terminarla en sólo 8 horitas de nada.
He deshecho varios proyectos que no iban a ninguna parte, he colocado en bolsas de proyecto todos los proyectos empezados que quiero terminar, y hasta me he encontrado un proyecto que llevaba al 50% unos 3 años… y que ahora vive en una bolsa de proyecto esperando pacientemente su turno.
No toda la mañana ha sido risa… algunas bolsas escondían el oscuro secreto que toda tejedora tiene en algún rincón de su casa: «¡vómito lanero!»
Y así es como ha quedado la cosa:
El cambio que no se ve, el grande de verdad, es que ahora todas mis lanas están registradas en Ravelry, con sus pesos y (la mayoría) con foto y todo.
Según Ravelry ahora mismo tengo unos 30 km de lana (sin contar con el megapedido que tengo que hacer mañana para tejer mantas de bebé a cascaporro) y eso me produce sólo un poquito pequeño de ansiedad lanera… y necesidad de tejer mucho, mucho, mucho para que esos 30 km se conviertan en algo más manejable.
¡Feliz miércoles y feliz semana santa para todos los que empezáis las vacaciones hoy!